La memoria del agua

Sabemos que el ser humano está compuesto de varias sustancias, siendo el agua la más abundante: Nada más y nada menos que un 85% de nuestro organismo está compuesto de este líquido.

Nuestro cuerpo podría sobrevivir sin alimento sólido semanas, mientras que la privación de agua no la podríamos soportar mucho más de 70 horas.  Todos sabemos la importancia de beber agua o consumir alimentos ricos en ella para estar sanos y bellos.

¿Pero cuántos de nosotros nos hemos planteado cómo influye en nuestro organismo la calidad del agua?  Y cuando decimos calidad no nos referimos únicamente a la mineralización, olor, sabor, dureza… etc  Sino a la calidad de sus moléculas, a su estado de salud.

El profesor Masana Emoto, prestigioso médico naturalista de Japón, nos explica que el agua también nos manifiesta su estado de salud y nos invita a reflexionar sobre ello:

¿Y cómo podemos averiguar este estado? Pues de la misma manera que averiguamos el estado de salud de nuestros huesos, músculos, órganos internos etc: a través de una Resonancia Magnética. El aparato MRA nos permite ver en tres dimensiones el estado de salud de las moléculas del agua, sus vibraciones, su composición y sobre todo “su memoria”.

Se han hecho multitud de pruebas con este aparato demostrando que: aguas bien tratadas muestran unas moléculas funcionando en perfecta armonía, y lo más increíble, su estructura hexagonal (que es la forma natural de la molécula del agua) se mantiene intacta: limpia, tranparente. Mientras tanto: aguas mal tratadas, una vez analizadas, muestran sus moléculas deformadas y desestructuradas!!!

¿Cómo es posible que el agua tenga memoria, y que  integre el trato recibido? Pues es posible, y lo hemos comprobado científicamente a través de los experimentos realizados por Masana Emoto.

Estas comprobaciones han sido tan sencillas como envasar en diferentes recipientes agua del mismo manantial y someterla a dos tipos de etiquetado o trato verbal. El resultado nos muestra que las aguas que recibieron mensajes negativos, como insultos, pronto modificaban su estructura: perdían su forma original y se mostraban opacas o deformadas. Mientras, las aguas que recibieron mensajes positivos conservaron su estructura original, vibración, transparencia,  pureza y su belleza!

Al igual que el cuerpo humano, el agua tiene memoria, y si la sometemos a un trato negativo constante, el agua, al igual que nuestro cuerpo termina por resentirse y deteriorarse. No hemos de olvidar que esa misma agua es la que ingerimos nuevamente… con lo cual empieza un círculo vicioso cuyo resultado podemos imaginar.

El profesor Masana Emoto, está convencido de que el agua con buena salud cura y cuida nuestro cuerpo, mucho más que ciertos medicamentos, y sin efectos secundarios. El futuro de nuestra salud está en el agua, y en la calidad y cuidado de la misma. Por tanto, te invitamos a que cuides en la manera que te sea posible el agua que consumes, y la recibas como el mejor de los medicamentos que le puedes dar a tu cuerpo.